O NUESTRO CHARRAR AL IES GOYA

El llunes pasat, y contán con el grupo La Chaminera, van fèr al IES Goya la actividat del programa Luzia Dueso, O nuestro charrar. Vam estar més de sesenta personas, entre alumnos de primer nivel al del cabo de la ESO, y uns cuantos profesors que van colaborar baixan als zagals y zagalas ixa tarde. Va ser no més una hora, pero la vam aprovechar guaire.

Mos va fèr goy a toz, podre escultar las diferéns versións musicals, que mos expllicaban expresións encá en uso en aragonés y catalán de Aragón, con que conta el patrimonio lingüístico de la Comunidad. Va ser una oportunidat pa que els mozez se donasen cuenta de la riqueza de las llenguas románicas, y de la gran variedat que d’ellas tenim a la nostra terra y que se conservan entre nusatros. Tiene rahón qui diu que, si no se coneixe la riqueza del patrimonio no se pode valorar ni tenirla en cuenta. Ademés, la música siempre sirá una buena parella de las llenguas y de las historias.

Tame tenim que tindre en cuenta, que algunos d’ells teniban constancia de seguntes que expresions coma vivas dels llugars de aon son sus familias, y les va fèr molta gracia sentir lo que es común a zonas que coneixen ben.

Ñei que donar las gracias al grupo –Ánchel y Toche- per coma van sabre conectar con un auditorio mol acostumbrat a móvils y nuevas tecnologías, pero que cantaba y micho ballaba al son de instrumentos tradicionals acompañaz per la voz. Eba curioso mirar a la canalla puyán y baixán els brazos, din els estribillos, o tarareán las lletras a ixa hora regulín de la siesta.

Y res més, voigo a acabar donán las gracias a toz: als chiquez y chiquetas, al compañers y, per supuesto, als músicos y es que: El que tiene gaiteros, tiene fortuna.

El pasado lunes, y contando con el grupo La Chaminera, hicimos en el IES Goya, la actividad del programa Luzia Dueso, O nuestro charrar. Estuvimos más de sesenta personas, entre alumnos del primer nivel, al último de la ESO, más unos cuantos profesores que colaboraron al conducir al alumnado al acto. Fue solamente una hora, pero la aprovechamos.

Nos hizo a todos mucha ilusión, poder oír las diferentes versiones que nos explicaban expresiones todavía en uso en aragonés y en catalán de Aragón, de entre las que se encuentran en el patrimonio lingüístico de nuestra comunidad. Fue una oportunidad para que los muchachos se diesen cuenta de la riqueza de las lenguas románicas, y de la gran variedad que de ellas tenemos en nuestra tierra y que se conservan aún entre nosotros. Tiene razón quien dice que, si no se conoce la riqueza del patrimonio, no se puede valorar ni tenerla en cuenta. Además, la música siempre será una buena pareja de las lenguas, y de las narraciones.

También tenemos que tener en cuenta que algunos de ellos tenían constancia de alguna de las expresiones como propias de los lugares de donde son sus familias, haciéndoles mucha gracia oír lo que es común en zonas que conocen bien.

Hay que dar las gracias al grupo –Ánchel y Toche–, por cómo supo conectar con un auditorio muy acostumbrado a móviles y nuevas tecnologías, pero que cantaba y medio bailaba al son de instrumentos tradicionales acompañados por la voz. Era curioso ver al conjunto de los chicos subiendo y bajando los brazos, recitando los estribillos o tarareando las letras en la hora complicada de la siesta.

Y nada más, voy a acabar dando las gracias a todos: a chicos y chicas, a los compañeros y, por supuesto, a los músicos, y es que: El que tiene gaiteros, tiene fortuna.


CompartirEmail this to someonePrint this pageShare on FacebookShare on Google+Tweet about this on TwitterShare on LinkedIn