Las lenguas de Aragón
Se calcula que en el mundo existen unas 7.000 lenguas repartidas en 200 Estados, de modo que la condición de plurilingüismo es la habitual en cualquier territorio de cierto tamaño.
En Aragón, con una superficie algo mayor a la de Suiza y una población de casi un millón y medio de habitantes, se hablan tradicionalmente tres lenguas propias: el castellano, el aragonés y el catalán, las tres de filiación románica.
El castellano es la única lengua oficial en Aragón y su enseñanza es obligatoria en todos los niveles, siendo conocida y empleada por el 100 % de la población autóctona.
El aragonés es la única lengua exclusiva de Aragón y está reconocido como lengua propia por diferentes instrumentos legales, como el Estatuto de Autonomía o la vigente Ley de Lenguas de Aragón. Sin embargo, no goza de un régimen de cooficialidad y su situación es precaria, hasta el punto de que está considerado por la UNESCO como una lengua en peligro de desaparición.
Antaño hablado en casi todo Aragón, actualmente el aragonés se conserva, mermado y empobrecido, en el norte de Aragón, en el área aproximadamente delimitada por la línea Ansó – Santolaria – Fonz – Benás. Se calcula que hoy en día hablan el aragonés en sus distintas modalidades, de una manera más o menos cotidiana y en estado relativamente puro, unas 25.500 personas. Si a estas se añaden las que lo conocen, es decir, lo emplean ocasionalmente o lo hablan muy castellanizado, la cifra llega a unas 56.000 personas.
En cuanto al catalán, es una lengua compartida con amplios territorios de otras comunidades autónomas vecinas y su situación jurídica es análoga a la del aragonés, si bien su vitalidad es muy superior.
Sus dominios geográficos apenas han sufrido variaciones a lo largo de los últimos siglos, siendo hablado en una banda o “franja” oriental que se extiende desde la Ribagorça hasta el Matarranya. El número de hablantes cotidianos de catalán de Aragón es de unas 55.500 personas.
En una primera aproximación, se observa que, más del 5% de la población autóctona aragonesa, posee una lengua materna diferente del castellano. El 1 ó 2 % de la población es bilingüe aragonés/castellano y el 3 ó 4 % lo es catalán/castellano. En el caso del aragonés se trata de un bilingüismo claramente diglósico en perjuicio del aragonés.
Desde el punto de vista filológico, tanto el aragonés como el catalán y el castellano son dialectos del latín, lo mismo que el italiano o el francés, y su diferenciación como lenguas se produjo prácticamente a la vez que el de los otros dos idiomas romances de la Península Ibérica: el gallego-portugués y el asturiano-leonés. Esto ocurría a finales del primer milenio y así culminaba el proceso de romanización.
Con el inicio del segundo milenio, las tres lenguas se extendieron hacia el sur, al tiempo que avanzaba la Reconquista: las gentes venidas del norte iban repoblando los nuevos territorios que recuperaban los cristianos. En su avance, el aragonés ocupó casi todo el actual territorio de Aragón, excepto la zona oriental, y estaba flanqueado por el castellano y el catalán que se expandían a la vez.
Las primeras obras literarias en las que aparecen mayoritariamente formas romances en Aragón son de finales del siglo XII y comienzos del XIII. Cabe destacar la obra de Johan Ferrández d’Heredia, que en el siglo XIV tradujo al aragonés a los clásicos griegos. Muy pronto, el centro político de la Corona de Aragón se desplazó hacia Cataluña y el Mediterráneo. La posterior entrada de una dinastía castellana en Aragón, influyó decisivamente en el auge del castellano a costa del aragonés, que poco a poco fue perdiendo terreno. Y no sólo en sentido geográfico sino también social, llegando a estar considerado este idioma como una forma de hablar rústica e impropia.
A lo largo del siglo XX, el proceso de atomización del aragonés se vio acentuado, primero, por la Guerra Civil española y, después, por el fenómeno de la despoblación, a veces fomentado por el propio Estado, tal y como ocurrió con la política hidráulica y forestal.
Por su parte el catalán, gracias a la proximidad de amplios territorios catalanófonos, ha conseguido mantener mucho mejor la transmisión generacional.
En las últimas décadas se aprecia un progreso evidente, tanto en lo que respecta al estudio y conocimiento del aragonés y el catalán de Aragón, como en lo relativo a su cultivo literario, enseñanza, difusión y consideración social. Se han realizado importantes aportaciones en el campo de los estudios dialectales, trabajos gramaticales y estudios léxicos. Además, se ha cultivado mucho más literariamente y hay varias editoriales que publican en aragonés y catalán de Aragón.
En el caso del aragonés, su presencia cada vez más escasa en distintos ámbitos sociales contrasta con el auge de la música popular cantada en esta lengua, existiendo más de una veintena de grupos musicales que cantan total o parcialmente en aragonés.
Hay que destacar la gran actividad que se desarrolla en pro de nuestras lenguas desde el mundo asociativo, a través de numerosas entidades sin ánimo de lucro distribuidas fundamentalmente por el Alto Aragón y Zaragoza capital, en el caso del aragonés, y por las comarcas orientales de Aragón, en el del catalán. Es de reseñar que el interés por la recuperación del aragonés en el conjunto del territorio aragonés, al sur de la actual línea que delimita el área de lengua aragonesa.
Por el contrario, el uso del aragonés y el catalán de Aragón en los medios de comunicación de mayor difusión y en la administración, es todavía escaso.
En el aspecto educativo, hay que señalar que la enseñanza de aragonés ha estado muchos años ausente en la Educación Primaria y Secundaria en el Alto Aragón, de forma que se incumplía incumpliéndose lo exigido en nuestro Estatuto de Autonomía. Sin embargo, en los últimos años se han producido avances notables, de modo que en la actualidad se imparte aragonés a cerca de mil alumnos y alumnas repartidos por alrededor de 60 centros del Alto Aragón, fundamentalmente de Educación Infantil y Primaria.
En el caso del catalán, esta lengua se imparte a más de tres mil estudiantes de Infantil y Primaria, y más de mil de Secundaria, repartidos por más de 30 centros.
En la Universidad de Zaragoza, el aragonés recibe un tratamiento desigual, sin que exista un área de Filología aragonesa que permita dignificar esta lengua en el ámbito universitario. No obstante, desde la Facultad de Ciencias Humanas y de la Educación del Campus de Huesca se viene impartiendo en los últimos años el Diploma de Especialización en Filología Aragonesa y, desde el curso 2020-2021, se impartirá en la Facultad de Ciencias Humanas y de la Educación una Mención de Lengua Aragonesa en Educación infantil y en Educación Primaria.
Para el catalán de Aragón, hay un área de filología catalana, estando ambas lenguas integradas en el Departamento de Lingüística General e Hispánica.